Del alma humana, ¿qué más podemos decir?
Mancillada desde otros tiempos; pero con lecciones que uno creería que ya debimos haber aprendido, que no se necesitara seguir dando pisadas donde se nos puede vulgarizar. Pero de Wilde, ya se dice lo contrario, alma humillada, pero alma apreciada. ¿Qué más hay detrás del dolor? Solo queda dolor. Pero es aquel que resignifica.

'El sufrimiento es lóbrego y angustiante, perenne en su carácter'.