No esperaba mucho del libro, pero me sorprendió. Sobre todo, el final. El final, a mí, realmente, me dejó pensando… pero mis pensamientos no estaban claros, por lo que tuve que dejar unos días para poder hacer esta reseña.
Me da la impresión de que, así como el protagonista, el mismo autor empezó el libro sin una línea de desarrollo y, mientras avanzaba, iba escribiendo como se le iban ocurriendo las cosas; de la misma manera, Charlie actuaba a medida de cómo se iba desarrollando la situación, sabiendo que, de igual forma, el estaba perdido.
Creo que lo interesante es darte cuenta de con quién empatizas como lectora, al final del libro. ¿Empatizas con el que hizo daños irreparables? O, ¿empatizas con la persona que hace todo bien y correcto? ¿Empatizas con el que/los que se muestran cómo son desde lo mejor a lo peor o con quien esconde sus cosas malas? Ser transparente siempre, ¿justifica los actos malos? ¿Qué esconde el que, hacia los demás, siempre es correcto? ¿Quizás peores cosas que el que hace daño directo?
No sé si el autor tuvo la intención de hacernos cuestionar todo esto, pero conmigo lo logró. Este es un libro prohibido. El mismo autor pidió que lo quitaran de las librerías y que dejara de imprimirse por su aparente influencia en los peores hechos cometidos en la historia reciente de Estados Unidos (tir0t3os escolares). Tiene partes bastante violentas y gráficas.

Leer con discreción.