No sé si es la mejor aproximación a Banana Yoshimoto, pero como puerta de entrada me ha gustado mucho. Los relatos se sienten frescos, nostálgicos, con un punto del mood japonés más melancólico, no son especialmente largos y el libro dura un suspiro, pero sirve como presentación de qué más puedes esperar de la autora.

Me ha gustado la narrativa y la forma de llevarlos, al ser un compendio de relatos siempre hay altibajos pero el estilo, los personajes y demás se notan todos de la misma mano, y para mi intención este año de leer a más autoras es una novela ideal.