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A review by kaiguerrero
Mientras agonizo by William Faulkner
5.0
Mientras agonizo es una novela difícil de leer, es densa y requiere esfuerzo de parte de le lectore para darle vida. Y justamente eso la hace especial. Su prosa entre íntima y poética atrapa y dibuja el carácter de sus personajes de una forma muy profunda. Nos acercamos a la médula de cada uno. Ha valido mucho la pena el esfuerzo. Una vez terminada la lectura todo el universo de la narración se ha vuelto compacto en mi cabeza y he sentido un gran amor por la historia y los personajes.
La buena fama de Faulkner es merecida.
Dos pasajes que creo que ilustran la belleza de la prosa de este libro:
"Las mulas están quietas con las patas delanteras un poco hundidas y las grupas en alto. Además, ahora jadean con un ronco y profundo sonido; miran hacia atrás una vez, y su mirada nos roza con unos ojos en los que hay algo salvaje, triste, profundo y desesperado como si ya hubiesen visto en el agua espesa la imagen del desastre del que no pueden hablar y nosotros no podemos ver." . 124
"No sabía que entonces ya estaba muerto. A veces yacía en la oscuridad junto a él, oyendo la tierra qe ahora era de mi sangre y de mi carne, y pensaba: Anse, ¿por qué Anse? ¿Por qué eres tú Anse? Y pensaba en su nombre hasta que al cabo de un rato veía que la palabra tenía forma, era una vasija, y veía que él se licuaba y se iba vertiendo dentro como melaza fría fluyendo de la oscuridad en la vasija, hasta que la jarra quedaba llena e inmóvil" p.148
La buena fama de Faulkner es merecida.
Dos pasajes que creo que ilustran la belleza de la prosa de este libro:
"Las mulas están quietas con las patas delanteras un poco hundidas y las grupas en alto. Además, ahora jadean con un ronco y profundo sonido; miran hacia atrás una vez, y su mirada nos roza con unos ojos en los que hay algo salvaje, triste, profundo y desesperado como si ya hubiesen visto en el agua espesa la imagen del desastre del que no pueden hablar y nosotros no podemos ver." . 124
"No sabía que entonces ya estaba muerto. A veces yacía en la oscuridad junto a él, oyendo la tierra qe ahora era de mi sangre y de mi carne, y pensaba: Anse, ¿por qué Anse? ¿Por qué eres tú Anse? Y pensaba en su nombre hasta que al cabo de un rato veía que la palabra tenía forma, era una vasija, y veía que él se licuaba y se iba vertiendo dentro como melaza fría fluyendo de la oscuridad en la vasija, hasta que la jarra quedaba llena e inmóvil" p.148