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A review by thehatingcouple
El secreto by Donna Tartt
2.0
2 estrellas
Esta novela está llena de todo lo que la autora quiere presumir de sí misma, como un universitario de primer año que se cree que sienta cátedra cada vez que habla.
Los personajes tienen una bofetada encima que no pueden con ella. Son como una parodia de “El club de los poetas muertos”.
Todos y cada uno de ellos son presuntuosos, codiciosos, amorales, pretenciosos, melodramáticos y egoístas, por no decir directamente que son imbéciles.
Viven en la edad del pavo, dark academia style.
Estudian griego antiguo en una universidad pequeña y aparentemente ordinaria de Vermont, con un profesor tan exigente como para solo dar clase a cinco alumnos que él mismo selecciona.
Vamos, que es tan idiota como ellos, y se creen lo más porque llevan abrigos de tartán y escriben con pluma y tintero.
En los noventa.
Entre pasajes aburridísimos sobre la traducción de griego, los estudiantes terminan asesinando a dos personas gracias al impulso del propio docente. Viva la pedagogía.
Luego se vuelven incoherentes, alcoholicos y aún más aburridos de lo que ya eran antes.
Lo peor es que la autora parecía identificarse, no, fangirlear, con estos estudiantes. Envidiaba su desprecio por todo lo moderno y popular, y admiraba que actuasen como si vivieran en un plano de superioridad moral.
Aparentemente, el objetivo de la novela era criticar el punto de vista de que los académicos que se sienten superiores a la media por soltar palabras random en latín, pero es poco creíble.
La autora está tan fascinada con su propia obra que la crítica no existe, más bien lo contrario, es una alabanza a la decadencia mal llevada.
Esta novela está llena de todo lo que la autora quiere presumir de sí misma, como un universitario de primer año que se cree que sienta cátedra cada vez que habla.
Los personajes tienen una bofetada encima que no pueden con ella. Son como una parodia de “El club de los poetas muertos”.
Todos y cada uno de ellos son presuntuosos, codiciosos, amorales, pretenciosos, melodramáticos y egoístas, por no decir directamente que son imbéciles.
Viven en la edad del pavo, dark academia style.
Estudian griego antiguo en una universidad pequeña y aparentemente ordinaria de Vermont, con un profesor tan exigente como para solo dar clase a cinco alumnos que él mismo selecciona.
Vamos, que es tan idiota como ellos, y se creen lo más porque llevan abrigos de tartán y escriben con pluma y tintero.
En los noventa.
Entre pasajes aburridísimos sobre la traducción de griego, los estudiantes terminan asesinando a dos personas gracias al impulso del propio docente. Viva la pedagogía.
Luego se vuelven incoherentes, alcoholicos y aún más aburridos de lo que ya eran antes.
Lo peor es que la autora parecía identificarse, no, fangirlear, con estos estudiantes. Envidiaba su desprecio por todo lo moderno y popular, y admiraba que actuasen como si vivieran en un plano de superioridad moral.
Aparentemente, el objetivo de la novela era criticar el punto de vista de que los académicos que se sienten superiores a la media por soltar palabras random en latín, pero es poco creíble.
La autora está tan fascinada con su propia obra que la crítica no existe, más bien lo contrario, es una alabanza a la decadencia mal llevada.