En 2019 leí Pachinko y fue una de mis mejores lecturas del año. Este año leí La isla de las mujeres del mar y fue también de las mejores lecturas que he hecho. En ambas, relatan una parte de la historia que en Occidente escuchamos poco: la vida de los coreanos bajo el dominio japonés y, luego, bajo la tutela de los EE UU y los gobiernos anticomunistas coreanos. ¡Es desgarrador! Hoy recibí Hierba y me encuentro el relato biográfico de Lee Ok-sun, una sobreviviente de la esclavitud sexual a la que fue sometida durante la colonia japonesa. ¡Es desgarradora!

Siempre pienso en cómo a las mujeres nos violan, nos torturan y nos matan a diario, pero en periodos de guerra la crueldad sobrepasa TODO lo imaginado, sin importar el bando. Y, aunque entiendo la teoría, no deja de parecerme terrible saber que existió/existe esta barbarie.

Los invito a leer Hierba por miles de razones, pero la más importante: porque las sobrevivientes y las que murieron, merecen que su historia deje de estar en la oscuridad. No fue su culpa, su memoria no debe ser manchada, no deben ser rechazadas como lo fueron en vida por un crimen que no cometieron. El trabajo de la recuperación de la memoria histórica de naciones como la coreana, guatemalteca, siria, entre otras, permite que las voces de las silenciadas puedan, finalmente, ser escuchadas. Es lo mínimo que les debemos.