Scan barcode
A review by nunuseli
As a Man Grows Older by Italo Svevo
5.0
Italo Svevo es uno de mis escritores favoritos, a la altura de nombres como Dostoievski o Austen, ni más ni menos. La primera virtud de Svevo es su estilo, sencillo y de una perfección hipnótica, que a veces te obliga a volver atrás para releer pasajes. En cierto modo me recuerda al de Camus, porque, aunque suenan de lo más natural, los dos hacen lo que quieren con el lenguaje, sin que parezca nunca forzado y ni siquiera manipulado. Otra razón por amar a Svevo es que consigue construir toda una novela con un argumento mínimo, porque lo que le importa es analizar a los personajes, presentar con todos los detalles y contradicciones una serie de carácteres. Otra razón por la que querer Svevo es que, sin describirla, retrata perfectamente cómo debe ser el ambiente de una ciudad de provincias como Trieste, tan bien que casi ya parece que has estado allí. A partir de aquí, las otras razones ya son cada vez más personales.
Me encanta que todos sus protagonistas sean tipos grises que piensan demasiado y que actúan poco, personas que se ven empujadas a hacer una serie de absurdidades que saben que les van a perjudicar y que la mayoría de veces ni siquiera quieren hacer, pero se sienten obligados a hacerlo porque creen que es lo que se espera de ellos. En todas sus novelas hay un choque entre los ideales y la realidad, y en todas hay también una ironía distanciadora, a veces amarga y a veces más amable, pero que siempre funciona perfectamente.
El protagonista de 'Senectud' es Emilio, un tipo inevitablemente gris, que vive con su hermana y que toda su vida se ha visto marcada por la muerte y la pobreza, cosa que le ha encadenado a una vida que no es vida y que se limita a una serie de obligaciones rutinarias, la más importante de las cuales es el trabajo. Un buen día decide que quizás sea bueno vivir y disfrutar un poco, pero sin involucrarse demasiado, pero parece que ignora que esto es imposible: o bien estás dentro de la vida (real) o bien estás fuera; no hay término medio. En todo caso, decide echarse una novia, Angiolina, pero le remarca desde el principio que él sólo quiere pasar el rato, que su relación nunca será nada serio.
Él cree que Angiolina es una chica ingenua y pura, y se propone corromperla un poco. Está tan ensimismado en hacerse el hombre de mundo que no se da cuenta que de los dos el pardillo es él. La acción es mínima. A partir de aquí prácticamente lo único que pasa es que a pesar de descubrir que Angiolina no es quién creía y que la relación con ella sólo le aporta sufrimiento, sigue insistiendo en seguir con ella. Una y otra vez, se promete que todo se ha terminado pero vuelve a caer. Y a pesar de todo esto la novela nunca se hace repetitiva.
El problema de Emilio es que en el fondo es un idealista y se ha enamorado de una persona real y realista, y esto nunca puede funcionar. A pesar de que es algo triste, en el final ya se empieza a intuir el mensaje final de 'La conciencia de Zeno': que vivir es sufrir, pero vivir al menos es algo. Emilio, en su vejez, cuando se ha vuelto a esconder en su caparazón, lo único que puede recordar es su relación con Angiolina, porque aunque prácticamente sólo le reportó dolor, al menos este dolor le indicaba que estaba vivo.
Hagamos una recapitulación. 'Una vida' es muy decimonónica, terriblemente cruel y muy deprimente, tanto que me provocó ganas de tirarme por la ventana, pero a pesar de esto se impone una relectura ya. 'La conciencia de Zeno' es su obra maestra, la más compleja y ambiciosa, también la más optimista. Pero 'Senectud' es una pequeña joya que sorprende por lo fresca y moderna que es.
Me encanta que todos sus protagonistas sean tipos grises que piensan demasiado y que actúan poco, personas que se ven empujadas a hacer una serie de absurdidades que saben que les van a perjudicar y que la mayoría de veces ni siquiera quieren hacer, pero se sienten obligados a hacerlo porque creen que es lo que se espera de ellos. En todas sus novelas hay un choque entre los ideales y la realidad, y en todas hay también una ironía distanciadora, a veces amarga y a veces más amable, pero que siempre funciona perfectamente.
El protagonista de 'Senectud' es Emilio, un tipo inevitablemente gris, que vive con su hermana y que toda su vida se ha visto marcada por la muerte y la pobreza, cosa que le ha encadenado a una vida que no es vida y que se limita a una serie de obligaciones rutinarias, la más importante de las cuales es el trabajo. Un buen día decide que quizás sea bueno vivir y disfrutar un poco, pero sin involucrarse demasiado, pero parece que ignora que esto es imposible: o bien estás dentro de la vida (real) o bien estás fuera; no hay término medio. En todo caso, decide echarse una novia, Angiolina, pero le remarca desde el principio que él sólo quiere pasar el rato, que su relación nunca será nada serio.
Él cree que Angiolina es una chica ingenua y pura, y se propone corromperla un poco. Está tan ensimismado en hacerse el hombre de mundo que no se da cuenta que de los dos el pardillo es él. La acción es mínima. A partir de aquí prácticamente lo único que pasa es que a pesar de descubrir que Angiolina no es quién creía y que la relación con ella sólo le aporta sufrimiento, sigue insistiendo en seguir con ella. Una y otra vez, se promete que todo se ha terminado pero vuelve a caer. Y a pesar de todo esto la novela nunca se hace repetitiva.
El problema de Emilio es que en el fondo es un idealista y se ha enamorado de una persona real y realista, y esto nunca puede funcionar. A pesar de que es algo triste, en el final ya se empieza a intuir el mensaje final de 'La conciencia de Zeno': que vivir es sufrir, pero vivir al menos es algo. Emilio, en su vejez, cuando se ha vuelto a esconder en su caparazón, lo único que puede recordar es su relación con Angiolina, porque aunque prácticamente sólo le reportó dolor, al menos este dolor le indicaba que estaba vivo.
Hagamos una recapitulación. 'Una vida' es muy decimonónica, terriblemente cruel y muy deprimente, tanto que me provocó ganas de tirarme por la ventana, pero a pesar de esto se impone una relectura ya. 'La conciencia de Zeno' es su obra maestra, la más compleja y ambiciosa, también la más optimista. Pero 'Senectud' es una pequeña joya que sorprende por lo fresca y moderna que es.