A review by nusansu
Ofrenda a la tormenta by Dolores Redondo

3.0

Debo decir que devoré con ansia las dos primeras partes de esta trilogía y, aunque la segunda me pareció un poco más floja que la primera, ambas lograron mantenerme pegada a las páginas, tratando de adivinar los giros y las conexiones y, aun así, sorprendiéndome al final. Sin embargo… Empecé a leer este libro casi un año después de terminar Legado en los huesos, por lo que al principio tuve que hacer un trabajo de recapitulación para recordar en qué punto estaba y quién era quién. Rápidamente me situé, pero aun así no logró lo mismo que las dos entregas anteriores.
Debo admitir que Ofrenda a la tormenta me ha decepcionado. No es una mala novela, por descontado, está bien escrita, bien desarrollada y conserva ese punto de suspense, de intentar descubrir cómo se enlazan los sucesos, que caracteriza los dos libros anteriores. Pero, así como en las anteriores te engaña, te hace dudar, intentar descubrir quién está detrás, en Ofrenda a la tormenta el lector sabe perfectamente por dónde van los tiros desde el principio del libro. Es predecible, e incluso, haciendo memoria, se puede empezar a intuir en el segundo libro. Y lo peor de todo es la frustración de ver que Amaia, «la inspectora estrella», con ese instinto sobrenatural y su carácter frío y racional, no es capaz de ver la verdad hasta que esta se le echa encima, literalmente.
Como consecuencia, el ritmo de esta novela es más lento. En la primera mitad, nos encontramos con una inspectora estancada, obsesionada con sus ideas, a las que da vueltas sin cesar, sin escuchar a los demás ni ver las obviedades que están ante sus ojos. Un suceso trágico cuando vamos por algo más de la mitad del libro, un giro realmente sorprendente e inesperado que casi me hizo gritar de indignación, parece poner las cosas en movimiento. Aun así, a pesar de empezar a establecer las conexiones y de ser cada vez más evidente lo que el lector sospecha casi desde el principio, Amaya sigue sin darse cuenta de quién es el cerebro en las sombras hasta que lo tiene frente a ella encañonándola con una pistola.
Amaya, en este libro, no es Amaya. Se vuelve egoísta, egocéntrica, caprichosa, atolondrada, incapaz de razonar y controlada por sus hormonas. Su instinto y su buen hacer como policía desaparecen cuando más los necesita y la mujer fuerte e independiente, con olfato para las investigaciones y que no se deja controlar, desaparece por el motivo más viejo (y tópico) del mundo: un hombre.
En cuanto al antagonista principal… Es el más flojo de todos. Se muestra como un hombre carismático, atractivo y con un encanto especial que logra fascinar a todos y que, sin embargo, no logra engañar al lector, o por lo menos a mí no me engañó, ya que desde su primera aparición me resultó un personaje irritante y poco sutil.
También echo de menos ese elemento sobrenatural, mágico, mitológico con el que nos encontramos en los anteriores. Los «encuentros» de Amaya con las fuerzas elementales que protegen y atacan al valle se limitan a los sueños y a leves presentimientos.El final es apoteósico, y en medio de una tormenta impresionante, pero sin rastro de magia o misticismo.
Por lo tanto, no puedo decir que esté satisfecha con Ofrenda a la tormenta. No es un mal libro, en absoluto, pero, comparado con sus dos predecesores, palidece y decepciona terriblemente a su lector.