4 estrellas

Pues… un romance adorable.
Pocas veces el título de un libro ha sido tan certero como este.

Voy a poneros un poco en contexto. Los que hayáis leído los libros de los Bridgerton sabéis que hay una familia, los Smythe-Smith, que todos los años organizan una velada musical con un cuarteto de dos violines, violoncello y piano.
Y que son el meme de la temporada.

¿Por qué?; os estaréis preguntando.
Pues porque tocan tan mal que serían capaces de hacer llorar a Mozart, Salieri y todos lo compositores muertos y por nacer de la historia. Y a la vez.

En este libro nos centramos en Honoria, una de las violinistas y la prima mayor del cuarteto; y en Marcus, el mejor amigo de su hermano y amigo suyo de la infancia.

Se llevan bien, pero no mucho.
Marcus es serio y reservado, tímido pero divertido en confianza.
Exteriormente parece un señor huraño que se queda de plantón en una esquina en los bailes, y mira a todos con ojos de pez muerto mientras desea fundirse con la alfombra.
¿No os recuerda a alguien?

Y Honoria es… todo lo contrario.
Es la pequeña de la familia, y siempre ha deseado encajar y ser querida. Y por una razón desconocida, adora la tradición familiar del concierto de temporada Smythe-Smith. Aunque sabe que tocan como el infierno.

Una merienda de campo, un agujero de topo muy buen cavado y varios enredos más nos esperan en esta nueva tetralogía de Julia Quinn.