(Que la ausencia de calificación no influya, es que he decidido no empezar a calificar sagas por libros separados)

Entiendo las quejas de la gente, entiendo que las primeras partes del libro no queden ni la mitad de emocionantes al lado de la última pero a mí me ha gustado mucha la transición que se ha hecho, poco a poco para que no nos veamos abrumados por el despliegue de lucecitas.
El viaje por la vida de Dalinar es asombroso, es increíble como Sanderson es capaz de hacerte empatizar con un genocida, como te cuenta su vida y, pese a todo lo malo, le comprendes.
Shallan está en este libro está muy bien. El momento en el que se derrumba y mantiene esa conversación tan íntima con Sagaz en aquella casa destrozada es magistral. «Acepta el dolor, pero no aceptes que lo merecías», es una frase conmovedora como pocas una que te permite ser mejor y aceptarte.
La dinámica entre Adolin-Kaladin-Shallan es cada vez mejor, te lo pasas genuinamente bien con ellos pese a que estén en momentos difíciles. Se les nota que emanan un aire de amistad sin igual, es algo que trasmite calma.
En cuanto a Celeste y espada-nini, menos mal que me leí El aliento de los dioses porque no habría pillado ni la mitad de las cosas a las que referencian. Ha sido súper raro porque sabía que había que leerlo antes de Palabras Radiantes (cosas que no hice) y encontrar tantos puntos en común, tantas cosas de ambos libros aquí me pareció fascinante, como un puzzle que hay que montar solo si te apetece.

En definitiva un libro tan disfrutable o incluso mas que sus predecesores.