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A review by simonai
Ofrenda a la tormenta by Dolores Redondo
4.0
La lectura de la trilogía de Baztán fue bastante satisfactoria, y lo digo como lectora que rara vez puede dejar un libro y rara vez puede dejar sagas inconclusas, por que para mí este tipo de lecturas solo se pueden asimilar una vez están completas, una vez se ha podido armar el rompecabezas que propone el autor o autora.
La trilogía de Baztán, esta lejos de ofrecernos a Amaia Salazar como heroína o antiheroína, que serian los prototipos de personaje que yo esperaría encontrar para este thriller policíaco. Dolores Redondo, ofrece una protagonista humana y la muestra en la mayoría o en todas sus dimensiones: La hija, la esposa, la madre, la hermana, la inspectora, la MUJER.
La autora construye este personaje multidimensional en Amaia Salazar, y ágilmente va tejiendo sus relaciones personales en diferentes ámbitos, en lo familiar y lo profesional. Amaia arrastra un pasado doloroso, y este es uno de los puntos por donde se introduce la mitología vasca, no solo como elemento en una historia contemporánea, sino como parte de la historia y del propio legado ancestral de la inspectora. Como la mayoría de inspectores/policías, Amaia posee un sexto sentido, pero este no se desprende del azar, esta íntimamente relacionado con su propia historia y familia, es una linea delgada la que se traza entre la intuición y la casi brujería, aunque claro esta, que es solo una parte de la habilidad de la inspectora, pues también se deja claro que es una profesional preparada y sobresaliente en su formación.
La forma en que se va relacionando los casos a través de las entregas, se construye de manera sólida en las primeras dos entregas. Se construye el pasado y el presente de la inspectora mientras se va resolviendo un caso y se va dando paso al siguiente. En la tercera entrega, se pierde esa solidez, y el antagonista, el autor intelectual de los crímenes que venimos siguiendo no es lo suficientemente fuerte para redondear la historia y eso desluce el trabajo que se ha hecho en Amaia. Si las dos primeras entregas son brillantes, la tercera pierde el misterio, cayendo en lo predecible y se diluye un elemento que tenia mucho potencial, la noción del mal irreparable. Sin embargo, la lectura sigue siendo entretenida, no aburre.
Analizando las tres entregas, es satisfactorio, la autora no da un final cerrado y deja unos cuantos cabos sueltos, lo que permite tener esperanza para próximas entregas.
La trilogía de Baztán, esta lejos de ofrecernos a Amaia Salazar como heroína o antiheroína, que serian los prototipos de personaje que yo esperaría encontrar para este thriller policíaco. Dolores Redondo, ofrece una protagonista humana y la muestra en la mayoría o en todas sus dimensiones: La hija, la esposa, la madre, la hermana, la inspectora, la MUJER.
La autora construye este personaje multidimensional en Amaia Salazar, y ágilmente va tejiendo sus relaciones personales en diferentes ámbitos, en lo familiar y lo profesional. Amaia arrastra un pasado doloroso, y este es uno de los puntos por donde se introduce la mitología vasca, no solo como elemento en una historia contemporánea, sino como parte de la historia y del propio legado ancestral de la inspectora. Como la mayoría de inspectores/policías, Amaia posee un sexto sentido, pero este no se desprende del azar, esta íntimamente relacionado con su propia historia y familia, es una linea delgada la que se traza entre la intuición y la casi brujería, aunque claro esta, que es solo una parte de la habilidad de la inspectora, pues también se deja claro que es una profesional preparada y sobresaliente en su formación.
La forma en que se va relacionando los casos a través de las entregas, se construye de manera sólida en las primeras dos entregas. Se construye el pasado y el presente de la inspectora mientras se va resolviendo un caso y se va dando paso al siguiente. En la tercera entrega, se pierde esa solidez, y el antagonista, el autor intelectual de los crímenes que venimos siguiendo no es lo suficientemente fuerte para redondear la historia y eso desluce el trabajo que se ha hecho en Amaia. Si las dos primeras entregas son brillantes, la tercera pierde el misterio, cayendo en lo predecible y se diluye un elemento que tenia mucho potencial, la noción del mal irreparable. Sin embargo, la lectura sigue siendo entretenida, no aburre.
Analizando las tres entregas, es satisfactorio, la autora no da un final cerrado y deja unos cuantos cabos sueltos, lo que permite tener esperanza para próximas entregas.