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A review by jordibal
A Room of One's Own by Virginia Woolf
Lectura conjunta: #LCWoolf. He decidido no puntuarlo porque no tengo tablas para puntuar alta literatura: yo soy más de frikadas.
Lo he leído en inglés, como puede verse. Woolf escribía muy bien, lo que parece significar que no es fácil de leer. Mmm: reflexión. ¿Cuanto más cuesta de escribir algo, más cuesta de leer? No necesariamente, pero… Me quito de encima qué no me ha gustado: Woolf se va por los cerros de Úbeda constantemente. El estilo es tedioso porque empieza a contar, de forma bastante "literaria", asuntos que poco tienen que ver con las tesis del ensayo. A veces llega donde quiere llegar, pero a menudo se pierde por el camino. Me he acordado de [a:Felicidad Martínez|6994523|Felicidad Martínez|https://images.gr-assets.com/authors/1547011761p2/6994523.jpg] cuando increpa a un libro: "¡relleno!" (esto es real xD) y se salta un par de páginas. Por si no se ha notado, el estilo de alta literatura tampoco me gusta, pero eso entiendo que es cosa mía y, en realidad, es un punto positivo de este ensayo.
Ahora lo bueno, que es la mayoría. La argumentación que acaba enhebrando y las tesis que mantiene son buenas. Sorprende en cierta medida que gran parte de las luchas feministas de hace casi 90 años son las mismas que hoy día. Si ahora se encuentran con tanta resistencia, en su día supongo que la tenían por alienígena. Sus ideas sobre la visibilidad de las artistas, el ninguneo que soportan, los temas que abordan, el punto de vista de las mujeres, la creación de personajes (además del trasfondo socioecónomico)… son asuntos que están en la palestra ahora mismo. Es una lectura que incluso en 2017 puede abrirte la mente y hacer que te replantees cosas que ni siquiera se te habían pasado por la cabeza.
Lo único que no acabo de comprender es cuando quiere relacionar un estilo (no la temática, no el tratamiento, no: el estilo, que para eso da una frase de ejemplo) con escritura de hombres o de mujeres y dice que Charlotte Brontë, por ejemplo, copiaba (muy bien) el estilo de los hombres, mientras que Jane Austen sí escribía con voz propia, lo que es digno de elogio.
En resumen, es una lectura muy recomendable, aunque se agradecería más concisión.
Leo tan poco ensayo que se me olvida que aquí lo suyo es apuntar citas muy fuerte. Hasta mitad de libro no me ha dado por tomar nota, pero ahí van tres:
Esto me ha dejado muy loco, la verdad. La poesía lo puedo entender, ¿pero el teatro? No sé.
Esto es muy representativo de su estilo: casi da la impresión que a Woolf le pasaba una mosca por delante y tenía que reflexionar al respecto.
Esto me hace pensar en esos señores, falsos "aliados" o no, que tiran los trastos a desconocidas en Twitter (u otras redes, o les envían fotopollas, o incluso lo hacen siendo supuestos amigos suyos) y, cuando se ven rechazados, invariablemente insultan a la renunciante. Están escocidos y no saben rascarse.
Lo he leído en inglés, como puede verse. Woolf escribía muy bien, lo que parece significar que no es fácil de leer. Mmm: reflexión. ¿Cuanto más cuesta de escribir algo, más cuesta de leer? No necesariamente, pero… Me quito de encima qué no me ha gustado: Woolf se va por los cerros de Úbeda constantemente. El estilo es tedioso porque empieza a contar, de forma bastante "literaria", asuntos que poco tienen que ver con las tesis del ensayo. A veces llega donde quiere llegar, pero a menudo se pierde por el camino. Me he acordado de [a:Felicidad Martínez|6994523|Felicidad Martínez|https://images.gr-assets.com/authors/1547011761p2/6994523.jpg] cuando increpa a un libro: "¡relleno!" (esto es real xD) y se salta un par de páginas. Por si no se ha notado, el estilo de alta literatura tampoco me gusta, pero eso entiendo que es cosa mía y, en realidad, es un punto positivo de este ensayo.
Ahora lo bueno, que es la mayoría. La argumentación que acaba enhebrando y las tesis que mantiene son buenas. Sorprende en cierta medida que gran parte de las luchas feministas de hace casi 90 años son las mismas que hoy día. Si ahora se encuentran con tanta resistencia, en su día supongo que la tenían por alienígena. Sus ideas sobre la visibilidad de las artistas, el ninguneo que soportan, los temas que abordan, el punto de vista de las mujeres, la creación de personajes (además del trasfondo socioecónomico)… son asuntos que están en la palestra ahora mismo. Es una lectura que incluso en 2017 puede abrirte la mente y hacer que te replantees cosas que ni siquiera se te habían pasado por la cabeza.
Lo único que no acabo de comprender es cuando quiere relacionar un estilo (no la temática, no el tratamiento, no: el estilo, que para eso da una frase de ejemplo) con escritura de hombres o de mujeres y dice que Charlotte Brontë, por ejemplo, copiaba (muy bien) el estilo de los hombres, mientras que Jane Austen sí escribía con voz propia, lo que es digno de elogio.
En resumen, es una lectura muy recomendable, aunque se agradecería más concisión.
Leo tan poco ensayo que se me olvida que aquí lo suyo es apuntar citas muy fuerte. Hasta mitad de libro no me ha dado por tomar nota, pero ahí van tres:
"it would be easier to write prose and fiction there than to write poetry or a play. Less concentration is required"
Esto me ha dejado muy loco, la verdad. La poesía lo puedo entender, ¿pero el teatro? No sé.
"these are difficult questions which lie in the twilight of the future. I must leave them, if only because they stimulate me to wander from my subject into trackless forests where I shall be lost and, very likely, devoured by wild beasts"
Esto es muy representativo de su estilo: casi da la impresión que a Woolf le pasaba una mosca por delante y tenía que reflexionar al respecto.
"The [male] poet was forced to be passionate or bitter, unless indeed he chose to 'hate women', which meant more often than not that he was unattractive to them"
Esto me hace pensar en esos señores, falsos "aliados" o no, que tiran los trastos a desconocidas en Twitter (u otras redes, o les envían fotopollas, o incluso lo hacen siendo supuestos amigos suyos) y, cuando se ven rechazados, invariablemente insultan a la renunciante. Están escocidos y no saben rascarse.