❝𝐘𝐨𝐮'𝐯𝐞 𝐥𝐞𝐭 𝐢𝐭 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐬𝐨 𝐦𝐚𝐧𝐲 𝐩𝐢𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐲𝐨𝐮. 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧𝐬 𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐭𝐡𝐞𝐫𝐞'𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐥𝐞𝐟𝐭?❞

Pesadillas que traspasan la realidad, recuerdos de magia y familiaridad, asesinatos y mansiones, creencias y oscuridad. Violeta está rodeada de aquellos rituales. Convive con la única familia que le queda, aunque algo perverso los aceche. Una magia tan sólida como la mismísima sangre atrapa sus sueños más profundos, pero, ¿son realmente sueños o una trampa? Caer en terror es lo único que conocen, encerrados en un hogar agonizante, alguien logra intervenir todo el dolor que han sufrido. 

Lakesedge es un libro de culpa y perdón. De enfrentar verdades y recuerdos, miedos y criaturas horroríficas. Es una historia que reconoce la soledad, invertida en dos mundos tan catastróficamente parecidos. El sacrificio que los personajes deben enfrentar se torna aún más crudo, donde comienzan a hilarse la magia y el poder de algo mucho más temible que la verdad. Un ser que podría acabar con la luz del mundo, un ser que intercambia su oscuridad por lo que uno esté dispuesto a entregar. Pactos de sangre, podredumbre que acecha un hogar aniquilado de felicidad. Cada aspecto de esta historia es un rito de salvación. 

Este libro tiene una prosa bellísima, cálida y mundana. El estilo gótico se cierne en cada capítulo y va creciendo a medida que la historia avanza, crece como una raíz. Es difícil abarcar cada parte del libro, pero admito que hubo aspectos del mismo que no lograron convencerme como esperaba. El intercambio romántico de los personajes, a pesar de haberlo disfrutado, lo sentí hueco. Lo presencié como algo brusco, rápido y hasta un tanto vacío. Tienen sus momentos de unión inquebrantable, pero tengo mis dudas al respecto. Tendré que enfrentar su continuación para formar una opinión más sólida en cuanto a su romance.